La ruta del jaguar...real o ficción

La ruta de hoy sábado la afrontábamos ocho personas, con muchas ganas y con algo de frío matutino,

y sobre todo con algo de incertidumbre, el rumor se extendía como la pólvora en las redes sociales, la presencia de un felino salvaje un jaguar para más datos, se había escapado de una de las fincas de Montemayor y merodeaba por la zona sin que nadie le haya visto ni tengan indicios de el.
Ante esta noticia el ayuntamiento de Montemayor saca un bando municipal de advertencia y les siguen los vecinos de Traspinedo y Aldeamayor. Haciendo caso omiso a tal advertencia nos colamos en dicho terreno prohibido. Antes de toda esta situación, partimos de nuestro sitio de salida de siempre, buscando dirección Peñalba por la orilla del canal.

Una pequeña avería nos retiene al bajar a la chopera del río, y solucionado el percance, seguimos marcha hasta Sardon, cruzamos el río por el único paso que encontramos en esas latitudes, y continuando por el margen contrario llegamos a Quintanilla de Onesimo, donde comienza el primero de los desniveles serios del día;  provistos de agua y de comida subimos la cuesta que es mítica en la marcha de Bike&Birras, y que nos conduce al monte de las señales, esta vez no lo bordeamos sino que seguimos camino de frente, para bajar hacia Quintanilla de arriba, desde lo alto, se requiere una parada para inmortalizar el momento, y así ver a los compañeros como a velocidad de vértigo se tiran camino abajo .

A partir de aquí se comienza a circular entre viñedos y buscando el camino de vuelta al monte nos encontramos con otra de las subidas del día la que conduce a la charca de riego que allí se encuentra, y otra gran bajada nos conecta con la última tachuela a unos kilómetros de la ermita del cristo del Cabañón, o como nosotros decimos, el sitio de las señales.
La ausencia de agua en nuestros botes agudiza la memoria y en plan supervivencia desviamos la ruta para dirigirnos a la fuente que nos descubrieron este verano Manuel y Fausto,  dos esplendidos chorros vierten sobre el pilón un agua fresca, y de allí la encauza al arroyo Valimón, que muy cerca se localiza. llenado de botes y foto de rigor y de nuevo en marcha.

Volviendo unos metros sobre nuestros pasos, comenzamos a bajar a la finca agrícola del camino del Tasugo, durante unos kilómetros de rodar en llano, nos encontramos de frente con la casa rural de Valimón. Por su lado izquierdo sale un camino que nos lleva a la subida de la calavera, antes de esto nos despedimos a los pies de la cuesta de la mitad del grupo, y ahora sí entramos en terreno prohibido, "el jaguar acecha". Un saludo fugaz con conocidos de Cuellar nos advierten de un cartel anunciando una montería y avisando del peligro, pero los cuatro que allí deciden desviarse y acortar la ruta toman la decisión de aventurarse, y doy fe que están intactos.
Los otros cuatro subimos dicha cuesta, y arriba en el monte nos dirigimos a nuestro sitio favorito cerca de Montemayor, la zona de Valcorva, "Asturias", pero para llegar allí volvemos a subir y después subir y más subir, y como subidas de cierto nivel eran las últimas del día, que se hacen muy llevaderas por la hermosura del sitio. Cruzamos la carretera y ya es todo llano hasta casa, solo queda el tramo de la senda de Traspinedo con la famosa cuesta de la raíz, que más que cuesta es una pared en medio del pinar, y la cuál requiere de cierta pericia y técnica para subirla, además de fuerza claro está.

Con la hora de llegada cumpliéndose, nos adentramos en Tudela, y damos por concluido otro buen día de bici que suma un desnivel de más de 1000 metros y que entra dentro de los planes previstos.
Estamos a 83 días del gran evento, la semana que viene según meteorología, tenemos la intención de tomar contacto con la zona y acudir a Cabezón de la Sal, a ver si hacemos la primera parte de la ruta.
Con jaguar o sin jaguar esto va viento en popa. Y como en carnaval estamos tuvimos que cazarlo...pero esa es otra historia.

El domingo hubo diversidad de opciones y unos acudieron a la salida del club, otros a la senda del Duero, cada uno cumpliendo con sus compromisos.






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