Sabido es que la tontuna no tiene nombre, ni límite, siendo así es la única explicación que encuentro
para hacer lo que hemos hecho esta mañana. Tocaba dar la talla en la segunda etapa de las BTT Series,y pienso que todos los que acudimos del grupo estábamos preparados, pero a pesar de pensar por un momento en que el tiempo nos diera una tregua, no fue así, y amaneció lloviendo y no paro de llover y llover.
La dirección de carrera ya anuncio que quedaba suspendida la ruta oro por la imposibilidad de transitar por aquellas zonas, con lo que la marcha quedaba reducida a la mitad del kilometraje previsto.
Muchos de los participantes que acudieron tomaron la decisión de no salir y otros tantos ni siquiera acudieron. Si nos ponemos a valorar cual fue lo acertado, yo votaría por la retirada, pero el motivo de salir no fue otro que guardar la honrilla y salvar la situación en la que los organizadores y nosotros mismos nos hemos puesto, puntuar en cada una de las etapas. Así comienza la aventura del día y mucho me temo que no será la última.
220 aproximadamente tomamos la salida hacia Villanubla , muy pronto nos dimos cuenta de como iba a ser el día nada más tocar tierra, mejor dicho barro. Pasando Villanubla ya hicimos la grupeta hoy claramente y gratamente hemos pasado a ser en vez de 3+1, 3+2, como ya conocéis formamos un equipo mixto compuesto por Juan Carlos, Miguel, Fer y Paco, esta vez no nos hizo falta perseguir a nuestra contrincante Maria del equipo sobreruedas, se unió directamente a nosotros, de ahí lo de 3+2.
He de decir que es siempre muy agradable compartir kilómetros con Maria. El siguiente punto de destino a través del barro era Wamba, donde nos esperaban Susy, Miguel Mozo, Bea y las dos hijas de Miguel: Leire y Naia, sorprendidas por ver a su padre con tanto barro encima, pero sin dejar de dar ánimos a todo el que pasaba. El corto recorrido del pueblo sin mancharnos cesó, y volvimos a los barros, al agua que no dejo de caer en toda la mañana y al frío que empezaba a apoderarse de nuestras manos y pies. Así entre unos y otros nos fuimos animando, y seguimos ruta. Llegando a Peñaflor de Hornija a algún gracioso se le ocurrió deleitarnos con una subida de las de darlo todo y con una bajada que a poco de descuido la podías hacer del tirón, sin curvas ni nada, pasado este pleito y descubriendo a Susy con su cámara en lo alto grabando, volvimos a formar el grupo y continuamos la lucha. Para entonces Juan Carlos no sentia ni pies ni manos y alguno más que no nombro, decidimos parar un momento para poder sacar la comida del maillot con alguna que otra dificultad por el frío, ocasión que aproveche para hacer unas fotos y reflejar el momento.
No tardamos mucho en llegar al punto donde se nos ofrecía el primer avituallamiento, Castrodeza, la decisión de no parar ya había sido negociada por todos y solo ante los gritos de nuestros seguidores, aminoramos la marcha para saludar y seguir rodando.
Emprendimos camino y de nuevo al rato nos encontramos con nuestros seguidores favoritos, por fin el cruce de Ciguñuela, nos ponía tras la pista de Zaratán.
Ilusos de nosotros pensando en que no podía ser tener más barro encima, otra trampa mortal se nos presentaba en forma de cuesta abajo, y ahí si conocimos como hubiera sido la ruta completa, haciendo piruetas para no caernos y buscando el pequeño reguero de hierva que había por los lados, salpicados de greda de arriba hasta abajo, conseguimos llegar a las puertas del pueblo sin ir al suelo, Fer que se nos había adelantado unos metros entro en meta para hacerse con la primera plaza de general femenina y Los demás nos agrupamos por detrás incluida Maria, y llegamos a meta. Calados, con frío, con barro, con el cansancio propio de lo sufrido, pero con la alegría de haberlo pasado genial, porque a pesar de todos los inconvenientes los cinco que hemos estado ahí, y solo nosotros, podremos acordarnos de lo vivido...aunque me hubiera gustado que en vez de cinco, hubiésemos sido los 8 o 10 que habitualmente salimos.
Si en Campaspero fue el viento y en Zaratan el agua y el barro, ...no quiero ni pensar que nos espera en Sardón.
Aviso a navegantes: son tales nuestros ánimos que estamos seguros de recortar puntos con el equipo que va delante, en Sardón puede haber sorpresa...ahí lo dejo.
Como de costumbre dar las gracias a todos los que nos acompañasteis, a la organización, a los voluntarios, a los de cruz roja, y a todos y cada uno de los que hacéis posible que eventos como este se lleven a cabo. ¡¡¡GRACIAS A TODOS¡¡¡
Las fotos como siempre aquí:
En Villabañez el pueblo vecino, se celebro un duathlon correspondiente a una serie de pruebas, donde acudió nuestra compañera Fer. Y hoy domingo entre unos derrotados por la fiesta, y otros que tuvieron que acudir a labores de recogida de artilugios, quedó la salida reducida a un dúo, la clásica vuelta hasta Puente Duero fue la ruta elegida, con la variante de alargar hasta la zona de la Cisterniga por donde estaba la finca del patriarca. Como siempre parada para tomar un café y vuelta por Viana a Tudela.
