Entiendo por la ocasión que había que hacer crónica de la misma, desde hace meses no se juntaban tantos componentes del grupo para rodar en bici juntos, y aclaro esto porque para asuntos gastronómicos no hace mucho que también hubo una buena convocatoria, justificada por sendos cumpleaños. El de Kitos y el de Rafa.
Si bien es justo decir que no estábamos todos pero, si la mayoría, entre ellos el nuevo, Jose, que le distinguimos por sus calcetines, al final creará tendencia y habrá que agradecer su iniciativa.
En aras de nuestra preparación para lo que se avecina, forzados en parte y obligados por deber, salimos el sábado en busca de kilómetros y horas de bici, aunque la primera opción era salir en carretera, la previsión de niebla que a la postre fue real, hizo que nos decantáramos por nuestra ruedas gordas, eso también hizo posible que pudiera unirse Rafa que es de los pocos a los que se les resiste la tentación de la carretera. Aprovecho para desearle suerte y que le vaya muy bien en su corrección de vista, y que en el plazo previsto pueda volver a la normalidad.
Y así a la hora que se dijo salimos desde el Goya, con la anunciada niebla y tiempo no muy apacible pero con la convicción de que cambiaría en el transcurso de la mañana. Tuvimos que esperar hasta las 11:00 para ver el sol y alegrarnos la salida, allá por el páramo de Renedo, punto donde nos encaminamos hacia Villabañez, y de allí hasta Sardón, donde tras un reconfortante café, proseguimos camino hacia Traspinedo, La Parrilla y de ahí para casa, para no decir mentira hubo parada en la taberna. Estamos a un mes de acudir a Bilbao, y creo que vamos cogiendo el hilo. Que la próxima sea más numerosa y que el tiempo acompañe en la misma, es el deseo de este que os escribe.
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