Aventura en las cumbres ...cerca del cielo

CASA CRUZ

Hace unos meses, nuestro compañero Miguel, nos propuso pasar un fin de semana en Picos de Europa, empiezo por contaros que un grupo de amigos, compraron hace unos años, un desastre de casa en Posada de Valdeón, pero con tesón y mucho trabajo, consiguieron crear "CASA CRUZ" una maravillosa casa rural, hecha con mucho gusto y todo detalle, pero sobre todo muy acogedora.
Y como todo llega, ha sido este fin de semana el elegido para disfrutar del lugar, de la casa, de la gente, y sobre todo de nuestra pasión...la bici.
La expedición partía el viernes después de tomar café a eso de las seis de la tarde, tres horas con una parada en Velilla para estirar las piernas fue lo que tardamos en ponernos en lo alto del mirador que corona el puerto de Panderueda, mirar miramos pero ver no vimos, las nubes bajas impedían contemplar el paisaje, pero ya intuíamos de su grandiosidad y espectacularidad.

Bajamos a nuestro destino Posada de Valdeón, y conocimos la casa, asombrados con cada rincón nos instalamos y nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, ya con los primeros comentarios... "que bonito todo" "después de esto solo me falta una mujer que me ame" decía Juan Carlos...y entre risas llegó la hora de la cena. A falta de tres comensales que no acudieron a la misma hora que nosotros, y sin poder aguantar más, Elia y yo estábamos acabando con las aceitunas, decidimos no esperar más y empezar a dar cuenta del banquete, cena ligera , Tortilla de patata, pimientos rellenos, queso de Pedrajas, etc, etc., a punto de terminar a eso de las 23:10 llegaron los tres que completaban el grupo y con hambre también cenaron. Ahora si estábamos todos, repasamos los planes del sábado y después de reposar un poco en el sofá,y sin gin-tonic, cada mochuelo a su olivo.
Los primeros rayos de luz, y el ruido de los piñones de las bicis saliendo a la calle conducidas por Miguel, me ponen en aviso que pasó la noche y ya es sábado y que hay que levantarse aunque sean las 6:30 de la mañana. Detrás de mi se levanta Juan Carlos y al bajar al piso de abajo ya estaban Elia, Maria, Germán y Miguel, desayunando. Dos minutos más y aparece Susy dispuesta también a desayunar. Aunque nuestra hora de salida quedo fijada en las 8:30, ya que estábamos, arrancamos la marcha a las 7:35.

Los de la bici ya estaban en marcha, los que quedaron en la casa iban hasta Oseja de Sajambre con los vehículos, y desde allí iniciaban su ruta a pie.
Ahora me gustaría detallaros cada kilómetro de los que hicimos, pero sería demasiado largo describir y contaros que tanto las subidas como las bajadas, así como los sitios por donde ni bajamos ni subimos si no que andamos, son difíciles de describir, conservo en mi retina los lugares y espero que vosotros algún día los conozcáis, a lo que os animo. El apunte del día fue que las nubes no nos dejaron de nuevo ver el paisaje, pero seguíamos imaginando algo más grande que la mambla.
Después del disfrute bicicleteril, acabamos nuestra ruta en Oseja, allí acababan de aterrizar el resto que quedo en la casa y que también venían de disfrutar de una ruta a pie por la zona, acabamos todos juntos comiendo al lado de la ermita del pueblo sentados en el suelo y dando cuenta de las empanadas y demás comida...que más se puede pedir para un sábado.

La tarde, la pasamos en Posada de Valdeón que es donde teníamos el centro de operaciones. ya sabéis "CASA CRUZ", y la noche se nos echó encima, y de nuevo cenamos y esta vez si hubo Gin -Tonic, y risas y fotos y todos contentos emprendimos de nuevo escaleras arriba, el camino de nuestro catre.
El domingo amaneció despejado y ahora si, nada más salir a la calle la grandiosidad de la montaña lleno mis ojos y sin demora hice las primeras fotos del día. Aquello hay que verlo para contarlo y nosotros que somos del llano y seco campo, nos envuelve otra emoción distinta al ver esas montañas, que parecen estar tocando el cielo.
Todos listos y contentos el plan era conocer pare de la ruta del Cares, os haré lo mismo, quién la conoce puede atestiguar de su majestuosidad, y quién no, le animo, quizás creo que estaría obligado a ir una vez en la vida como musulmán a la meca.
Solo uno de los componentes del grupo, Samuel se perdió la ruta, mejor dicho la cambió por un  trail puntuable al que acudió por la mañana temprano, "muy duro" "y sin agua" fueron sus palabras al llegar a casa a las 14:30, donde el resto estábamos preparándonos para acudir a otra cita obligada, la comida encargada en el Restaurante Begoña.
Arroz, fabada y ensalada de garbanzos de primero, no a elegir, era todo, lo que si elegimos fue el segundo, carrillera en salsa, cordero, filete de ternera y san jacobo de pavo, postre pan vino y agua.
11 comensales una buena comida y una agradable conversación receta ideal para un domingo que estuvo amenizado desde por la mañana conociendo uno de los parajes más espectaculares de España, la ruta de Cares.



Así se acaba un fin de semana que recordaremos durante mucho tiempo, donde todos y cada uno de los que acudimos disfrutamos,... con bici, andando, comiendo, riendo, durmiendo, bebiendo y sobre todo conviviendo. Gracias a nuestros anfitriones Bea y Miguel, por darnos esta oportunidad y acogernos en su casa.

Como siempre las fotos AQUI